domingo, 12 de octubre de 2008

EL SÍNDROME DE MOZART, de Gonzalo Moure







Preciosa novela. Interesantísima. Tenía ganas de leer algo de Moure, y no me ha defraudado. Sobre todo porque, al margen de la historia que narra, trata un tema que a mí me ha resultado apasionante: el de los enfermos de síndrome de Williams. Nunca había oído hablar de él, pero parece ser que pudo paredecerlo Mozart: se trata de personas de escasa estatura, con carita de gnomos, muy simpáticos y alegres, muy cariñosos y sociables, muy infantiles, con una extraordinaria capacidad verbal y un prodigioso talento musical que puede llegar incluso al oído absoluto. Pero negados completamente para cualquier otro aspecto de la vida práctica. Se podría decir que son retrasados en todo excepto en el terreno de la música y en el de los afectos.

Partiendo de esta base médica, Moure desarrolla una trama muy bonita. Un chico de 18 años, en un pueblo de Asturias, que padece esta enfermedad. Es un ángel. Y una chica de 17 años, hija de un neurólogo que quiere estudiar al chico y va a pasar un verano a su pueblo. La historia de los chicos es simple. Bonita y tierna, pero sin gran acción. Engancha mucho más por lo que cuenta de Mozart y de las personas que padecen este síndrome. De ahí que me reserve un espacio para las dudas con respecto a este autor. Cuando no tenga el magnífico soporte sobre el que construía esta vez, ¿será capaz de crear y desarrollar una historia con el mismo nivel de interés? Lo digo porque los personajes secundarios (un ucraniano del que está enamorada la chica, su amiga gótica-emo-alternativa) pecan de simples y estereotipados. Claro que se trata de una novelita para adolescentes, ya lo sé, pero... Pero es que le veo algo de pretencioso. Demasiadas "frases que piden mármol", que diría el otro. Quiere "hacer pensar" con cierta frecuencia, y con demasiada dificultad.

Pero bueno, esta es la parte negativa. La positiva es que la novela verdaderamente engancha. Yo me la leí ayer por la tarde de un tirón, escuchando "La flauta mágica" y otras obras de Mozart, porque llega un momento en que te lo pide el alma, y puedo garantizar que pasé unas horas extraordinarias.

Puede gustar a alumnos a partir de 14 años, porque no es difícil. Pero no a todos los alumnos. A los más sensibles, ni siquiera a los más listos. No, no va por ahí la cosa. No se dirige a talentazos, sino a gente con inquietud y curiosidad. Y tampoco pone límite de edad por arriba. Cualquiera puede disfrutar del ambiente que crea, de las incógnitas que abre, de la fascinación que ejerce la incuestionable figura de Mozart. Todo un hallazgo.

2 comentarios:

Ana dijo...

P.D.- Se me olvidó explicar el significado del título. La protagonista acaba concluyendo que da igual que Mozart padeciera esa enfermedad o no (que además es indemostrable) y que lo único que cuenta es la belleza que aportó al mundo. Y decide darle la vuelta a la frase: no es que Mozart padeciera el síndrome de Williams, es que los enfermos de Williams padecen el "síndrome de Mozart", es decir, todos son un poco geniales y contribuyen a llenar el mundo de amor y de belleza. Es una bonita idea.

anabolizante dijo...

Suena verdaderamente genial Ana.
Parece de esas historias que te quedas con ganas de más cuando acaban.
Pero ahora no me puedo liar a leerme un libro porque me apetezca, que bastante tengo con el Quijote y el libro de valenciano...

No había firmado antes (más que nada en el blog del instituto) porque me daba un poco de cosa dar a conocer mi blog, que tendrá dos semanitas de vida. Lo hice porque muchas veces siento ganas de expresar algo, lo que sea, y no sabía muy bien dónde hacerlo, ahora tengo mi blog propio y es muy reconfortante poder hacerlo siempre que pueda. Ya bien sea para desahogarme, para conocerme mejor a mí misma...o no sé, porque sí.
No te asustes por el nombre de "Anabolizante" que sé que es una droga y todo eso, pero un amigo me lo dice a veces y me parecía original y divertido.
Un beso Ana.
Y gracias a ti de nuevo por todo.