domingo, 4 de enero de 2009

LOS ESPEJOS VENECIANOS, de Joan Manuel Gisbert


Se lee en una tarde. No diré que con entusiasmo, pero sí con cierto interés. Se lo he mandado a los de 2º de ESO, y creo que a los que consigan entender el enrevesado lenguaje con el que está escrito (¿pero a quién piensa que se dirige el autor?) puede que llegue a gustarles. Pero habrá tantos y tantos alumnos que no entenderán párrafos enteros y que, por tanto, perderán el hilo a las primeras de cambio, que no creo que haya sido una buena elección este libro. Ya me dirán ellos.

Y el caso es que la historieta no está mal traída: en el siglo XVIII, un estudiante napolitano se traslada a Padua para estudiar en la universidad. Allí se aloja en una casa vecina de un intrigante palacio abandonado que esconde una leyenda: su última habitante, Beatrice Balzani, nunca llegó a morir. Las investigaciones del estudiante son muy entretenidas, hasta que llega a descubrir la verdad. Bueno, su verdad. Porque luego llega el profesor y sus compañeros y le enmiendan la plana con una versión mucho más racionalista que la suya: todo (o casi todo) había sido un complot. Aunque lo cierto es que al señor Gisbert la historia se le había ido tanto de las manos por el camino de lo fantasioso y sobrenatural que, por mucho que al final intenta recoger velas, le resulta imposible hacerlo del todo, y ante determinadas experiencias no tiene más remedio que claudicar y reconocer que sí han sido sobrenaturales. O sea, que al final se queda la cosa en un sí pero no que acaba defraudando a todo el mundo, creo yo. O todos moros, o todos cristianos. O estamos ante hechos del más allá o ante una investigación tipo doctor House. Lo cual estaría muy bien, pero lo que no resulta es la combinación de ambas: explico hasta aquí mediante el método científico y todo encaja, pero, ¡ah!, eso que ya no me cabe de ninguna manera debe de haber sido cosa del más allá, que también existe. No, hombre, no.

Espero con impaciencia, pero con cierta prevención, la opinión de los alumnos. De los que hayan conseguido entenderlo y de los que no se hayan enterado de nada. Todo sea que me toque poner otro título para una parte de ellos. Casi seguro que sí.

1 comentario:

Ana dijo...

Pues no les ha disgustado a los alumnos. Bueno, ha sido un poco lo que yo esperaba: unos cuantos no han podido con ella; la mayoría dicen que les resultó aburrida al principio, pero que luego engancha; todos coinciden en que les desilusiona el final: hubieran preferido explicaciones sobrenaturales (y yo también). Y aunque dicen que les ha costado un poco de leer, no parece que el vocabulario haya sido un escollo insalvable. Bien está, pero no es muy recomendable.